lunes, 14 de noviembre de 2011

Sobre el lenguaje no inclusivo o sexista


Hay quien dice que el lenguaje es un arma del poder que limita nuestro pensamiento y en tanto que seamos capaces de subvertirlo seremos capaces de cambiar nuestra forma de pensar y comunicarnos. Pues yo pienso que quien dice eso tienen su parte de razón, ya que las palabras conforman nuestra forma de comunicación más directa con las otras, si desconocemos una palabra seguramente desconozcamos su significado, es algo que no está en nuestro imaginario. Se dice que hay tribus donde palabras como represión o tortura no existen porque no forman parte lo cotidiano para ellas. Simplificando diría que lo que no se dice ni se piensa no existe.

Y os preguntaréis que a qué viene este rollo, pues el caso es que el tema del sexismo en el lenguaje es algo que me preocupa bastante. Hay quien se pregunta que cómo hay gente como yo que se preocupa del lenguaje cuando existen cosas más graves por las que preocuparse. como que las mujeres sigan muriendo a manos de sus parejas. Pues yo veo un hilo conductor entre todo tipo de discriminación entorno al género o el sexo. Así que una de estas formas de discriminar es el lenguaje, que por pequeño que parezca, es en lo sutil en donde mejor se esconde el machismo. Está claro que la gente alza su voz contra las muertes de las mujeres maltratadas y de las palizas, e incluso contra las agresiones psicológicas. Pero basta pensar un poco para darse cuenta de que muchas personas no conectan ese maltrato con como se trata a la mujer en la sociedad actual, que es básicamente un objeto de deseo o que realiza ciertas tareas productivas (ya sea dentro o fuera de casa). Las pequeñas concesiones sociales que se han dado a la mujer no hacen que su discriminación deje de existir, ni que se la deje de agredir. Porque agresión no es sólo si tú me pegas o insultas o me desprecias, agresión es si te me miras de cierta manera o me piropeas o invades mi espacio y encima te crees con derecho a hacerlo.
Bueno hilando con el tema del lenguaje, en nuestra sociedad se ha consensuado que el neutro sea el masculino, parece que inventar uno les causaba más trabajo. Así que no es de extrañar que esa parte invisible de la sociedad que es la mujer queda también invisible en el plano de la palabra. Parece que cuando se dice el hombre descubrió tal cosa o que apareció en tal época, ¿quieren decir que no había mujeres o que se olvidan de ellas? ¿por qué no usan palabras como la humanidad o las personas? Además no es sólo que se hable en masculino (incluso cuando hay mayoría de mujeres o no hay ningún hombre), sino que hay un sinfín de expresiones que son despectivas en femenino y positivas o neutras en masculino. Ejemplos de esto son: zorra, guarra, mujer de vida alegre, puta (que no suena igual que gigoló), hijo de puta, perra, la madre que te parió. Luego hay otras quizás más sutiles, que también son sexistas, como coñazo (cojonudo es para algo muy bueno y coñazo para algo aburrido), histérica (que aunque ahora se use en masculino también, sus inicios son insultar a la mujer ya que este insulto tiene su raíz en la palabra hyster del griego útero), tener mala leche (que hace alusión a la lecha materna), dar por culo o chupapollas (estigmatizando o denigrando este tipo de prácticas sexuales), etc.
Esta exclusión no se da tan fuerte en otros idiomas, como en el euskera, en el que las palabras son neutras, (sí que se especifica género en algunas palabras como hombre o mujer, pero no en los adjetivos, por ejemplo).
Es importante ir incorporando en nuestro lenguaje formas de incluirnos a todas, se pueden usar diferentes fórmulas, como usar más formas neutras, intercalar masculino y femenino, hablar de repente sólo en femenino (aunque sea sólo por romper la cotidianidad y para reflexionar sobre este tema, yo a veces lo hago), no decir palabras como las mencionadas anteriormente.
El lenguaje es sólo una herramienta más de transformación, pero no debemos quedarnos sólo en palabras, nuestro día a día debería respetar la diversidad de personas y seres que habitamos el planeta, pero esto sería ya para escribir otro artículo.

1 comentario:

  1. Qué interesante que alguien haya plasmado por fin una preocupación que lleva ya tiempo en mi mente también.
    Añado una expresión más a tu repertorio: el título de "señor" opuesto a "señora" y "señorita". ¿Por qué existe esta diferenciación en femenino? ¿Acaso es importante si la mujer está casada o soltera? ¿Por qué el hombre no tiene que hacer esta distinción? Podría haber un "señorito"...

    ResponderEliminar