Esta foto tengo que agradecérsela a un amigo que tuvo el valor de encaramarse a lo más alto del andamio |
Ya hace cuatro años,
buf, otra vez el vértigo de las fechas señaladas, sólo sirven para
recordarte lo rápido que pasa el tiempo. Hace cuatro primaveras y la
emoción me hacía saltar del sofá, todavía era preso de aquella
relación amarga, pero todo daba igual en esos días, porque yo me
escapaba de sus rejas y volaba hacia la revolución. De esas fechas
recuerdo un subidón de adrenalina increíble, ganas de quemarlo
todo, a la mierda el sistema, creemos desde cero nuestro propio
mundo. Y cada día en la plaza era un triunfo, Sol se convirtió en
mi casa, en nuestra casa, en nuestro hogar. La infraestructura crecía
rápido: casetas, puestos, tiendas de campaña, toldos... Todo
servía. Cada cual se apuntaba al equipo que más afinidad le
transmitía, me debatí entre varios y acabé por decidirme por
derechos animales. Qué momentos, qué gente tan maravillosa, qué
comida, qué potencia. Los momentos difíciles o tristes pasaban
volando. La comida era parte de nuestro activismo, aún recuerdo esa
madrugada de no parar, ese equipazo vegan power que realizó torrijas
veganas para el desayuno de toda la acampada. Pan, leche de soja,
harina, aceite, azúcar, pin pan, pin pan, trabajo en cadena,
repetitivo pero motivante, energía y buena vibra. Mucha gente se
acercaba pidiendo información, fuimos muches quienes nos conocimos
allí, algunos lazos siguen firmes, otros se deshicieron con el
tiempo. Muches buscaban un empujón definitivo y abrazaron el
veganismo como su forma de ser coherente consigo mismes, no querían
formar parte de las muertes de animales, desde ese momento ya no más.
Y hubo mucha mierda,
claro que sí, lo de la pancarta feminista arrancada por un macho con
el aplauso de otres tantes, en fin. Pero tuvo su respuesta y varios
balcones de sol amanecieron para combatir el machismo imperante en la
acampada, porque si está en la sociedad y nosotres somos parte de
ella, el machismo no va a irse tan fácilmente. Y se denunciaron
agresiones machistas, y en seguida los mass media a desvirtuarlo todo
en contra nuestra, como si fuera de Sol el machismo fuera un peligro
extinto.
Ahora o Nunca. Junto a un huerto urbano en medio de Sol. |
Y fueron unas semanas muy
bonitas, algunes autónomes se quedaban al margen, pues aquello era
de refors o eso de mezclarse con gente tan diferente ideológicamente
no acabaría en buen puerto, demasiados partidos interesados, decían.
Y tenían razón en muchas cosas, pero yo quise estar ahí, esa
sensación de estar viviendo un momento histórico, único. Mi
instinto me guiaba, en esos días era pura euforia, el corazón iba
tan rápido, me costaba dormir, y no sólo por los tambores de la
plaza o la gente de fiesta que había alrededor, mis
ganas de volar estaban más arriba que nunca. Tenía la energía
sexual a tope, y alguien preguntará: “¿Pero follaste? ¿No? Si
todo el mundo folló en Sol”. Pues todo el mundo menos yo. Pero, ¿acaso importa? Tener la energía sexual alta suele ser en mí
un síntoma de estar muy bien, de estar en mi eje, en mi mundo, en mi
centro.
Lo que sentí y viví
esos días es difícil de resumir, ese flotar, levitar, andar entre
las nubes. Y casi literalmente, subide a un andamio (no demasiado
arriba) podía ver a todo el mundo allí reunide, gritando, peleando,
luchando. Y un día todo desapareció, y volvimos, pero hubo un
momento en el que ya no podíamos volver, tampoco sabíamos si
queríamos, y se llevó el trabajo a los barrios, y esto me cabreó
en un principio, no podía dejar Sol, como une yonki del azúcar que
no deja sus piruletas. Pero floreció, y nada es perfecto, pero se
empezó a construir red, los partidos intentaron sacar tajada,
siempre lo han hecho, pero no les iba a salir gratis, la cara del
politicucho de turno mojado en un deshaucio no tiene precio. ¿Y
ahora? ¿Y que pasará dentro de cuatro años? Nadie sabe, nos están
apretando más, y las rebeldías no nos salen gratis.
¿Y quién lo empezó?
Hay quien dice que fue una conspiración gubernamental para acallar
posibles revueltas y reconducir la rabia, otres dicen que fueron les
anarquistas, que prendieron la mecha y les demás hicieron la
revuelta suya echando gasolina. Sinceramente, no creo que lo sepamos
con certeza, pero sabemos como siguió y como sigue hoy.
Nos deseo muchos 15Ms,
muchas revueltas, muchas personas lindas que se crucen en nuestros
caminos, mucha revolución, mucha lucha cotidiana, muchas relaciones
trabajadas desde la horizontalidad y el cariño. Os deseo, y me
deseo, que la lucha no acabe nunca, que no dejemos que se apague, que
la hagamos nuestra en cada pequeña gran acción de nuestros días.