sábado, 13 de diciembre de 2014

Buscando fuerzas

Hay veces que la vida se convierte en una maldita y agónica cuestarriba, subes, subes, y ni siquiera ves la cima, la niebla lo tapa todo. Voy a tientas y tengo la esperanza de poder hacer cumbre sin saber muy bien que me espera allí; sin saber si en el camino acabaré atrapadx por un foso o caeré al vacío, quizás haya barrancos, quizás haya trampas de cazadorxs de almas sedientxs de absorver lo poco que me queda. Quizás sólo piense en negro, quizás mi visión del mundo sea óscura como las noches de luna nueva, quizás me siente reconfortadxs por la tristeza, porque en ella he pasado mucho tiempo y me arropa en las noches de soledad. Quizás ya no haya lugar en este mundo de normalidades y monotonías para mí, quizás pedí demasiado a la vida y le di muy poco, quizás noto que se me escapa el tiempo y no puedo parar el reloj, los días pasan rápido, incluso los angustiosos. Será que la vida pesa con los años, las malas experiencias pasan factura y el amor universal ha sido fragmentado en pedazos de odio. Será que soñar despiertx ya no me gusta y las noches de insomnio acaban en pesadillas, de las de susto y despertar con el corazón a mil. Será que me empeño en ver lo negativo de la existencia, de la mía, de la tuya, de la de todxs.

Necesito llorar y no puedo, otra vez nudo en la garganta, cada vez que necesito derramar mis lágrimas las rejas de la vergüenza cortan la liberación. Me he venido a este rincón, a estar solx, a ver si así se deciden a salir, siempre tan tímidas y dolorosas.

No me quedaré eternamente subiendo esta montaña, eso te lo juro, estoy construyéndome unas alas para volar sobre ella, para sobrevolar la niebla y ver las llanuras, el horizonte. Mientras las tejo con cariño y cuidado sigo subiendo, no dejo que la presión me pueda, no me quedaré a mitad de camino en el primer refugio que encuentre, no me quedaré quietx.

Otra vez, esa sensación de montaña rusa, de inestabilidad vital. Ay! Respira D, respira, coge aire y mantenlo unos segundos, barre tu mente, ordénala.

Para todxs aquellxs adictxs a la tristeza! Nos vemos en la niebla!