martes, 25 de agosto de 2015

Dos años después. Rompe el candado.



El tiempo pasa volando... Qué típico decir esto. Parece que hasta que no se nos viene una fecha señalada en el calendario no nos damos cuenta.
Hoy toca hacer balance. Si resumo mucho puedo decir que me siento bien, que estoy mejor que hace dos años. Porque creer que superas algo no quiere decir que así sea. Me hice le valiente mucho tiempo, me puse coraza, me sumergí en otras historias, en otros asuntos. Pero no fue real.
Y ahora dos años después se me vienen pesadillas y paranoias. Y habrá quien piense que esto no es mejorar. Pero déjenme seguir. Me hundí, me caí muy al fondo, pero llevo tiempo resurgiendo, gracias a la ayuda de gente que me quiere y a mi propia fuerza. Las pesadillas las hay, pero podemos que decir que quemar y matar al enemigo es un buen final para una pesadilla. Y las paranoias solo vinieron en días muy concretos.
Pues eso, hacer balance y ver la gente maravillosa que hay a mi alrededor me da fuerzas para seguir. Me veo en el espejo y soy otre. O quizás soy más yo. Por fin puedo ser yo. Por fin empiezo a no sentir culpa y la transformo en odio que se vuelve indiferencia, porque mi vida es valiosa y ahora lo sé.
Y no fue sólo lo que pasó hace dos años, este año ha sido apoteósico, de los más intensos de mi vida. Porque estar superando historias feas, descubrir quien eres en realidad y salir del armario es algo muy intenso. Intensidad cuando te miras en el espejo y sabes que respiras libre (todo lo libre que este mundo nos permite), intensidad del subidón de adrenalina segundos antes de lanzar tu comunicado al mundo, intensidad es llorar de emoción al ver que la mayoría de la gente que hay a tu alrededor te quiere, te apoya y te anima a ser quien eres.

No voy a volver a fingir ser fuerte, porque no es una fortaleza de "todo va bien y va a ser así siempre, todos mis problemas están superados", es una fortaleza de "este soy yo, esto es lo que me ha pasado, estas son mis herramientas, este es mi proceso, este es mi trabajo, y estoy preparade para seguir adelante".

Romper candados, cadenas, guardar las llaves y no regalárselas a nadie. Coger el timón, tomar el rumbo, atravesar la tormenta, descansar, amanecer y mirar al horizonte, respirar la brisa, respirar la libertad.