A raíz de ver la secuencia de El Gran Torino en la que dos machos machotes “enseñaban” a un chaval a comportarse como “un verdadero hombre”, he estado dándole vueltas al asunto. Me chocó que la mayoría de opiniones que se dieron giraban en torno a la adaptación y como esa situación “educativa” era muy efectiva para tal fin. En ningún momento se criticó el contenido de lo que se “enseñaba”, sino que se ofrecían piropos a tan eficaz método.
En mi opinión, lo que se daba en esa situación es un claro caso de sometimiento de la persona. El macho alfa parecía decirle al chaval: “Si no te comportas como un verdadero hombre, que se queja de lo caros que son los talleres, que le interesan los coches y las mujeres (sólo como objeto, nunca como una igual); nada te será dado en el mundo. Tendrás que tragar mierda si quieres un trabajo, no seas tú mismo, ni se te ocurra. Tienes que socializarte, es decir, te tienes que meter en un embudo camino a algo que llaman sociedad, te guste o no, yo no he elegido las reglas del juego, sólo las mantengo. No muestres debilidad, los verdaderos hombres no tienen de eso, porque tú eres un hombre, ¿no? Además irás de superior y violento por el mundo, aunque lo que más te apetezca sea vivir tranquilo, querer a tu gente y compartir tus sentimientos. Marca tu territorio, que se note que eres quien manda, aunque en lo más recóndito de tu ser seas inseguro y te sientas hecho un mierda”.
Así que con maestrxs así nadie necesita enemigxs, no hace falta que nadie nos ponga una pistola en la cabeza para obligarnos a hacer lo que socialmente está bien aceptado, bastará con que confiemos en alguien que nos “guíe” o más bien que nos empuje la cabeza para que nos agachemos mejor y toquemos el suelo con nuestra frente.
Adaptarse cuando se quiere decir someterse es faltar a la verdad (si es que existe). En este adaptarse/someterse no hay lugar para la rebelión ni la crítica, los pasos a dar están bien claritos. O haces lo que la sociedad espera de ti o serás un/a tíx rarx. Ante esto es mejor quedarse inmóvil, ser débil, no luchar contracorriente, ¿para qué? Mejor someterse y no tener problemas que ser tú mismx y luchar.
POR UNA EDUCACIÓN QUE ROMPA ESQUEMAS, NO QUE SE ENCIERRE EN ELLOS.
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