martes, 29 de noviembre de 2011

Reeducarnos para relacionarnos sin miedo


En la sociedad en la que vivimos hemos crecido con carencias, habrá quien más y quien menos, pero es algo innegable. En occidente hemos aprendido muy bien a consumir y explotar trabajadorxs, pero los productos no nos harán más felices. Esto que parece obvio se nos ha olvidado, los centros comerciales están llenos de gente consumiendo. Uno de los problemas por los cuales la gente compra tanto es para llenarse, lo típico de irse de compras cuando estás "depre". El vacío que intentamos llenar suele ser emocional, esto nos provoca diversas sensaciones, una de ellas puede ser a la ansiedad que puede llevarnos a comer compulsivamente o dejar de comer, o comprar tonterías.

Como este tema es muy amplio, quiero centrarme en la parte de las relaciones afectivo-sexuales entre personas, porque son quizá las que más quebraderos de cabeza dan a la gente hoy día. En nuestro contexto cultural tener pareja es algo importante, y deberle fidelidad sexual también, los celos se consideran normales y el romanticismo más pasteloso sigue vigente (aunque haya mutado para seguir igual).Desde mi punto de vista centrar nuestra felicidad o gran parte de ella en una sola persona nos lleva a que si no tenemos pareja o esta nos deja se nos hunda el suelo bajo nuestros pies.

Mi propuesta es simple y clara, en la teoría; y difícil y arriesgada en la práctica. Las personas deberíamos darle bastante importancia a nuestras relaciones personales, haciendo que sean sinceras. Tener varias personas con las que compartir nuestras emociones y sentimientos nos lleva a no depender de una sola persona. Seguramente tengamos varixs amigxs a lxs que no pedimos exclusividad, de tal manera no deberíamos pedir exclusividad con quien/es compartimos algo más que una amistad.

Es el miedo a quedarnos solxs el que nos hace tener celos, la inseguridad, la baja autoestima... Animo a la gente a reeducarse, a romper las barreras de las etiquetas de novix, marido, esposa, mi hombre, mi mujer, mi chicx; y empezar a construir relaciones sinceras con quienes queramos. Compartir tu vida de una forma sincera y cercana sin exclusividad ni posesión nos hace crecer de manera más libre. Porque nadie es dueñx de nadie, debemos relacionarnos de una forma libre y sin miedo.

Os dejo un enlace con otro texto al hilo de este que yo misma escribí: http://distri-maligna.blogspot.com/2010/02/acerca-del-amor-libre.html

3 comentarios:

  1. Hola

    Interesante reflexión. Por cierto que os quiero dejar un texto en el que se profundiza un poco más en la cuestión de la sexualidad en la adolescencia. Coincido en que habría que entender que la sexualidad no es un objeto de consumo más (aunque muchas veces parece que es lo que se promueve). Pasar del objeto a la relación con los objetos es un paso muy interesante (sobre todo porque lo que existe de hecho es la relación, ver objetos separados es una falacia, algo que Gregory Bateson expresó con gran lucidez).

    Un saludo

    Alejandro

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  2. ¿Te refieres a tener una "pareja sentimental" que a su vez pueda tener "más parejas sentimentales" al igual que tú misma? Entonces la palabra "pareja" sobra. ¿Entonces serían uniones sentimentales de varias personas a la vez, o de dos en dos en distintos estados temporales? ¿Qué consecuencias lleva eso? La forma de vida para tener "parejas sentimentales" variadas sería vivir en comunidad con una gran aceptación por parte de todos, o la versión opuesta, vivir independiente para poder cambiar llegado el caso? Ya que yo entiendo que una característica, a cierta edad, de la pareja es una vida común, diferenciándose de la vida que se pueda tener en común con amigos, compañeros de piso, etc.
    Por otro lado, en el texto defines la posesion exclusiva como algo irracional aunque natural e instintivo. ¿Sugieres que se debe luchar contra la idea irracional sometiéndola a lo racional? Ya esa idea de posesión es propia de los animales de una manada. Me podrás decir que los animales cambian su pareja en función de cada época, pero hay otros (algunas aves y cetáceos)que mantienen su pareja hasta el final de los días, e incluso mueren "de pena" tras perderla.

    Siempre deseosa de leerte,

    Eva.

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  3. Vivir en pareja puede estar bien, pero que esa persona sea la única con la que se mantienen relaciones afectivo-sexuales nos cierra puertas y nos corta las alas de ser libres. Si yo quiero a alguien no quiero poseerle sino que se feliz y libre de elegir. No es fácil llevar esto a la práctica, pero nadie dijo que enfrentarse a nuestros fantasmas fuera a serlo.
    No recuerdo que defienda que la posesión se natural e instintiva. De hecho para mí el problema no es si es natural o aprendido, sino cómo lo superamos y nos reeducamos en este sentido.

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