domingo, 20 de enero de 2013

No son tus pintas, es tu actitud!


No suelo sentir vergüenza ajena, pienso que cada una debe ser responsable de sus actos y que no me tengo que cargar sobre mis espaldas lo que otras hagan, pero el otro día me pasó algo yendo en el metro que hizo que me diera vergüenza haber llevado "pintas de alternativa" en alguna ocasión. Trabajando los fines de semana por la noche una ve muchas cosas que no le gustan, y más si una no bebe ni fuma ni se droga de ninguna otra manera. En invierno el metro se convierte en un botellódromo ambulante, la gente joven ya no puede esperar a llegar a su lugar de fiesta habitual, tienen que chuzarse en el trayecto molestando a todas las demás personas que viajan, la falta de respeto que se respira es inmensa. Este espectáculo alcohólico lo veo cada día que salgo a trabajar o simplemente cuando voy a darme un paseo por el centro durante el fin de semana. La gente que participa de esta forma de "diversión" suelen ser jóvenes, en la mayoría de los casos bien arregladitos/as y maqueados/as para exhibirse en el mercado nocturno.

Hace tiempo, cuando rondaba los 20 creía que la estética era una manera de identificarme con gente que tuviera ideas afines a las mías, esa pompa me estalló en la cara hace tiempo, cuando me di cuenta que mi facultad estaba llena de modernas/os sin conciencia ninguna, su estética era su revolución, su cabeza no les acompañaba. Teniendo claro que las apariencias no conforman las ideas debería dejar de enfadarme cada vez que veo un punki borracho o una punki con actitudes machistas, pero no puedo. El otro día no pude no sentir asco y vergüenza cuando un grupo de chicos y una chica con estética punk y alternativa iban haciendo botellón dentro del metro, no contentxs con eso estaban fumando, ahumando a todas las personas que estábamos allí, yo me encapuché para intentar no contaminar mis pulmones demasiado, todo el mundo les miraba mal pero nadie hacía nada (ni siquiera yo). Emanaban "rebeldía", así es como se sentían, decían "me la suda que no se pueda fumar aquí", en realidad lo que yo traduzco es que les da igual el resto del mundo, sólo importa su ombligo y el de sus cuatro colegas. No contentos con dar ese horrendo espectáculo e intoxicar al personal empezaron a soltar comentarios machistas, uno detrás de otro, con aprobación de la única chica del grupo (que parecía uno más). Comentarios del tipo "si es que van provocando" o "eso no es una falda, es un cinturón" o "lo van pidiendo a gritos", acompañados de "siéntate en mis piernas si quieres, guapa". Las faltas de respeto eran un no parar, en serio, no sé como no pude reaccionar, como no hice nada, como no les paré los pies, como no les grité en la cara "Os creéis muy rebeldes, no? Pues sois peor que cualquier pijo de mierda!!", pero no lo hice, no quería envenenarme nada más empezar la noche, aun así sé que debí haber hecho algo. Este tipo de gente se sienten con impunidad para hacer lo que les de la gana, juegan con que el resto les tienen miedo y que nadie les dirá nada, y si alguien lo hiciera es porque es un facha o un pijo, pues yo no soy nada de eso y les hubiera dicho tantas cosas. Por primera vez me sentí orgullosa de llevar mi disfraz de niña mona que sale de fiesta, a pesar de llevar media cabeza rapada nadie me identificaba con ese grupo porque claramente yo tenía aspecto de moderna pijilla y no de punki costra, me sentí bien de no pertenecer a ese grupo. Me dio rabia que la gente que los viera pensasen que la gente que nos rebelamos somos así, que eso es la anarquía y ser rebelde, quise gritarles a todxs "Ellxs no son anarquistas ni rebeldes, ni siquiera son alternativxs, sólo son unxs borrachxs que no tienen respeto por nadie, ni por ellxs mismxs. La anarquía es la lucha contra la autoridad, no la lucha contra nuestrxs vecinxs y compañerxs, ni tampoco es la lucha contra nuestros hígados y pulmones, o los pulmones ajenos. Para mí la anarquía es abstemia o no lo es, el control social que producen las drogas no caben dentro de un mundo nuevo que lucha porque no haya jerarquías y porque todxs seamos libres. Las drogas te atan, no te liberan."

Este tipo de acontecimientos me hacen plantearme mis prejuicios sobre las pintas de lxs demás, que alguien vista de determinada manera no quiere decir que vaya a ser un rebelde o un/a pijo/a de mierda, lo importante es nuestra actitud, nuestra forma de movernos por el mundo es lo que hace que éste cambie. Yo apuesto por las relaciones sinceras y libres, y si vienes a conocerme que sepas que no me importan tus pintas, lo que cuenta es tu actitud.


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