martes, 1 de mayo de 2012

Cualquier tiempo pasado...



En estas últimas semanas no paro de rememorar viejos tiempos. Quizás sea porque no paro de encontrarme gente que tiene que ver con mis experiencias pasadas: el colegio, el instituto, el grupo de pintar, la universidad, los viajes... Tantas personas, tantos recuerdos, tanto que no volverá, es el sabor amargo de lo que no pasó, de lo que no se dijo, de lo que no habrá oportunidad de repetir, de los fallos tatuados a fuego en la piel, de la inocencia perdida para siempre, de las miradas perdidas, de los abrazos contenidos, de la gente que nunca volveré a ver, de lxs que no quiero volver a ver, del rencor guardado para siempre como algo seguro a lo que agarrarme, de la primera hostia de un madero (y la de un cura). Aunque siempre quedan los buenos momentos, las risas, las carreras, los muros, los bailes, las mentiras a los padres para escapar con lxs amigxs, la rebeldía, el hip-hop grabado en nuestras mentes como un pacto entre hermanxs, los secretos jamás rebelados, las locuras de juventud (y de no tan jóvenes)...
Estoy aquí, sé que vosotrxs también, sé que nuestros caminos se cruzan en los pensamientos, que se tocan cuando soñamos. Hoy te he visto, en un sueño, eras tú, todo era como siempre, como si el tiempo no hubiera pasado, y yo quería que todo fuese como con 15, que cumplieramos nuestra promesa de seguir juntas hasta los 30. Sabes que no pasó, que se lo llevó el viento, nuestra vidas se separaron, él te llevó, yo dejé que pasara, falsas promesas, sucias promesas, prometo no prometer y hasta eso sería mentira. Vuelve pero no vuelvas, quiero el recuerdo, pero quiero vivir, ser libre otra vez, junto a ti, junto a todxs, os echo de menos.
Dedicado a todas las personas que se cruzaron en mi vida, aunque sólo fuera por un instante al intercambiar miradas en el hostil metro de Madrid, o para aquellxs que llevan conmigo casi toda una vida.

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